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7 Pasos para convertir el riesgo de conflicto en oportunidades de negocios responsables

Conflicto & Paz

Líderes empresariales y consumidores de países en diferentes continentes opinan que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16, centrado en la promoción de la paz, justicia e instituciones sólidas, es una prioridad clave. Con más de 200 conflictos violentos en el mundo, los riesgos e impactos de la guerra son una amenaza para muchas empresas. ¿Tu compañía tiene operaciones en áreas asoladas por un conflicto armado u obtiene sus materias primas de regiones de alto riesgo? ¿O tiene que lidiar con disputas con comunidades vecinas? Entonces, promover entornos de operación seguros y pacíficos es una necesidad para garantizar el éxito a largo plazo. ¿Cómo? En este artículo detallamos 7 acciones para convertir riesgos de conflicto en oportunidades de creación de valor para la sociedad y tu negocio.

Este es un blog de la serie de FairChange: Impacto social: estrategias para el éxito, sobre 5 áreas de oportunidad clave para aumentar el valor que tu empresa crea para la sociedad.

Las empresas prosperan en entornos estables y seguros con oportunidades sólidas para crecer de manera sostenible. Por supuesto, hay empresas que ganan dinero en medio de la guerra haciendo negocios poco éticos. Incluso empresas con una sólida reputación pueden beneficiarse directa o indirectamente de conflictos violentos cuando operan en contextos donde el control de los gobiernos locales es débil o ausente. Sin embargo, estas son más bien excepciones.

Para la mayoría de las compañías globales y locales, el conflicto no es bueno para sus negocios. Las luchas violentas entre actores armados en el entorno de operación de una empresa o el conflicto social con o dentro de las comunidades vecinas tienen como consecuencia altos niveles de riesgo, entornos inestables y costos significativos.

Entonces, el business case o caso de negocio para la paz es bastante obvio. ¿O no?

Promover la paz: ¿asunto de otros?

Bueno, en nuestro trabajo con empresas y otras organizaciones del sector privado en áreas afectadas o en proceso de recuperación de un conflicto armado, hemos visto que muchos no tienen tan claro el caso de negocio para apoyar la paz.

A menudo, las compañías prefieren abstenerse de actividades de consolidación de la paz, más allá de las medidas para prevenir los riesgos de conflicto que puedan afectar las operaciones, por temor a involucrarse en las controversias políticas y diferencias ideológicas que están en la raíz del conflicto. O a veces es el miedo a las consecuencias legales de una participación real o alegada en incidentes de guerra lo que les impide perfilarse proactivamente como agentes de paz.

Y en muchos otros casos, las empresas nos dicen que claro, que están dispuestas a contribuir; simplemente no saben qué pueden hacer para apoyar la paz, más allá de generar empleos y operar dentro de los marcos legales.

Nuestra respuesta siempre es: como empresa, tienes muchas oportunidades para prevenir conflictos y apoyar la paz, sin importar si tu empresa es pequeña o grande o en qué sector opera. Incluso si no tiene presencia física en áreas devastadas por la guerra, tu compañía puede contribuir directa o indirectamente a la promoción de entornos de operación pacíficos.

En este artículo describimos 7 pasos que tu empresa puede tomar para convertir el riesgo de conflicto en oportunidades para la construcción de la paz y para hacer negocios de una manera socialmente responsable:

  1. Invierte en regiones que se recuperan del conflicto
  2. Evita riesgos de conflicto en la cadena de suministro
  3. Crea trabajos locales
  4. Promueve el desarrollo de empresas locales
  5. Incluye los derechos humanos en los procesos de gestión de riesgos
  6. Reduce los riesgos del cambio climático en las operaciones y la cadena de suministro
  7. Genera confianza a través del diálogo continuo con comunidades

Pero antes de describir estos siete pasos con más detalle, primero seamos claros sobre lo que queremos decir cuando hablamos de ‘empresas y construcción de paz’.

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Pero antes de describir estos siete pasos con más detalle, primero seamos claros sobre lo que queremos decir cuando hablamos de ‘empresas y construcción de paz’.

¿Qué es la construcción de la paz y cuál es el rol de las empresas?

Las opiniones entre los investigadores y los líderes de opinión difieren sobre qué es exactamente la ‘paz’. Como definición general de trabajo, en FairChange entendemos la paz como la ausencia de violencia armada o la reducción de la violencia al mínimo dentro de una sociedad y en el entorno operativo de una empresa.

Según un estudio en colaboración con el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, el 40% de los países que se están recuperando de la guerra regresan a su estado de conflicto de diez años, y casi la mitad de todas las guerras civiles se deben a recaídas posteriores al conflicto. Hoy, los expertos coinciden en que las empresas que invierten en la paz son vitales para romper ese ciclo.

La construcción de la paz por parte de las empresas se refiere a la participación activa en actividades que contribuyan a la reducción o al fin del conflicto armado, a menudo en alianzas con las autoridades locales, que son las principales responsables de garantizar la paz en sus jurisdicciones, y otros actores como organizaciones de la sociedad civil.

El área de empresas y paz también cubre intervenciones destinadas a prevenir y mitigar conflictos sociales en el entorno operativo de una empresa. Algunos ejemplos son las disputas con comunidades locales sobre incidentes de derechos humanos o daños ambientales relacionados con las actividades comerciales. En algunos casos, estas diferencias pueden conducir a actos de obstrucción o incluso violencia.

Las empresas pueden prevenir conflictos y promover la paz a través de sus estrategias de inversión social, actividades de negocio, incidencia política y ante la opinión pública, y la gestión de las relaciones con los principales grupos de interés, entre otros. Las razones para hacerlo son contundentes. El Instituto de Economía y Paz (2018) calcula que en las últimas seis décadas el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue tres veces mayor en países altamente pacíficos que en países con bajos niveles de paz. Una economía próspera reduce los costos de las operaciones, mejora la eficiencia y favorece mercados saludables.

Apoyando los ODS para la paz y la prosperidad

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, lanzados en 2015 han generado un renovado interés en el tema de empresas y paz. Los 17 Objetivos Mundiales, como también se los llama, están respaldados por un compromiso con los tres pilares del desarrollo sostenible: las personas, el planeta y la prosperidad, que se complementan con las ‘p’ adicionales de paz y partnerships o alianzas.

El desarrollo socioeconómico sostenible no se puede lograr sin la paz, y las empresas de todos los países y sectores tienen un papel importante en la implementación de este compromiso.

El Objetivo 16 y otros ODS incluyen metas e indicadores universalmente respaldados que ayudan a las empresas a abordar el desafío de prevenir conflictos y promover la paz, en sus propias operaciones y dentro de la sociedad más amplia, a través de alianzas público-privadas y junto con otros actores, como organizaciones de la sociedad civil.

Según la Encuesta global de liderazgo 2019 de YPO, el 30% de los directores ejecutivos y el 22% de los líderes empresariales jóvenes consideran que el ODS 16 sobre paz, justicia e instituciones sólidas es una de sus cuatro principales áreas de preocupación. Esto significa que tu empresa – ya sea grande o pequeña, o esté o no basada en un área de conflicto – tiene una gran oportunidad de unirse a líderes de ideas afines y convertirse en un agente de paz y prosperidad.

7 pasos para convertir los riesgos de conflicto en beneficios para tu empresa y la sociedad local

Dependiendo de su actividad de negocio principal y de su contexto específico, hay muchos pasos que tu empresa puede tomar para evitar conflictos y promover un entorno operativo seguro y estable, beneficiando tanto a los negocios como a la sociedad. Aquí tienes las 7 acciones empresariales para la paz que queremos detallar en ese artículo:

1. Invierte en regiones que se recuperan del conflicto

Si la tuya es una empresa local en un país afectado por la violencia armada o una compañía internacional que explora nuevos contextos operativos, invertir en regiones que se están recuperando de un conflicto puede ser una oportunidad comercial interesante, al tiempo que ayuda a prevenir el retorno a la violencia. De acuerdo con el Índice global de paz 2019, el costo económico de la violencia para los diez países más afectados, entre otros Siria, Afganistán, Irak, la República Centroafricana, Somalia y Colombia, oscila entre el 22 y el 67% de su PIB. Este es el resultado de mayores costos debidos a muertes y lesiones causadas por la violencia, el terrorismo, pérdidas económicas debidas a la violencia y problemáticas como la expulsión de refugiados y desplazados internos.

Como una compañía que opera internacionalmente o una empresa nacional, al decidir de invertir en regiones afectadas por estas problemáticas tu organización ayuda a crear entornos socioeconómicos estables. Esto motivará a las poblaciones locales a dejar de migrar a otras regiones y atraerá a refugiados o desplazados internos que regresan a sus áreas de origen. Tu empresa también puede contribuir a la transferencia de tecnología y facilitar el acceso a los mercados nacionales, regionales e internacionales.

Las experiencias de compañías que operan en áreas de conflicto muestran que un análisis sólido del contexto es esencial, al igual que centrarse en las oportunidades, no en los riesgos. Empresas que decidieron invertir en países afectados por la guerra y que fueron entrevistadas por Fast Company señalaron que la percepción del riesgo desde afuera a menudo no concuerda con la realidad. Aunque en algunas regiones o durante lapsos de tiempo específicos se producen picos de violencia e inseguridad, en términos generales los entornos operativos en estos países pueden ser bastante estables. Muchas veces, las operaciones empresariales no son blanco de los actores del conflicto.

Invertir en contextos de postconflicto también tiene otras ventajas. En muchos casos, el espíritu emprendedor de las poblaciones afectadas por la guerra y su disposición a invertir en un futuro nuevo y próspero son impulsores importantes para la recuperación económica y contribuyen a entornos empresariales favorables y la expansión de mercados.

Según los administradores de fondos citados en un análisis del New York Times, mientras inicialmente los costos de inversión pueden ser bajos, las regiones que se recuperan de un conflicto a menudo muestran perspectivas de rápido crecimiento.

Las tendencias demográficas favorecen a las empresas dispuestas a invertir en estas áreas. El Global Humanitarian Overview 2019 (“Panorama Humanitario Global”) 2019 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que las poblaciones en regiones frágiles y afectadas por conflictos, tienen una tasa de crecimiento del 2.4% en comparación con el 1.2% a nivel mundial, y se están urbanizando un 3.4% cada año, en comparación con el promedio mundial del 2%. Esto abre importantes oportunidades de mercado para las empresas que deciden comenzar a operar en estas regiones, y también puede aportar importantes ventajas competitivas ser pioneros en los nuevos mercados.

Por supuesto, si tu empresa decide invertir en regiones afectadas por conflictos, debe hacerlo de manera responsable, equilibrando la obtención de rendimientos comerciales con un compromiso con el desarrollo sostenible e inclusivo en estas áreas. El respeto de los derechos humanos, el desarrollo de las capacidades locales y compartir los beneficios con las sociedades locales deben ser componentes centrales de las políticas de inversión de tu compañía.

2. Evita riesgos de conflicto en la cadena de suministro

Asegurar que la cadena de suministro esté libre de conflictos es una contribución significativa que tu empresa puede hacer a la paz local y global. Tanto si la tuya es una compañía doméstica con operaciones en regiones afectadas por conflictos dentro del territorio nacional como si es una corporación internacional que se abastece de países en guerra, en cualquiera de estos casos debe tomar medidas sólidas para reducir el riesgo de que los proveedores y subcontratistas estén directa o indirectamente involucrados en las dinámicas de las economías de guerra.

Actualmente, gobiernos nacionales y órganos multilaterales en diferentes partes del mundo están introduciendo medidas que tienen como objetivo regular la conducta empresarial en relación con los llamados ‘minerales de conflicto’. Refiriéndose a productos como el estaño, tungsteno, tántalo y oro – también conocidos como minerales 3TG –, la extracción de estos minerales a veces sirve para financiar violaciones de derechos humanos y conflictos armados.

Un ejemplo de las medidas recientes es el Reglamento sobre minerales de conflicto de la Unión Europea. Exige que, a partir de 2021, los importadores de minerales 3TG a la UE deben llevar a cabo la debida diligencia en su cadena de suministro para identificar si los minerales se han extraído y procesado de manera responsable.

La Guía de Debida Diligencia de la OCDE para cadenas de suministro responsables de minerales en las áreas de conflicto o de alto riesgo se ha convertido en el estándar de la industria para las cadenas de suministro de minerales. Proporciona una descripción de los pasos esenciales para lograr prácticas de compra responsables, apta para cualquier empresa que obtenga minerales de dichos países.

Aunque la mayoría de las herramientas y pautas sobre la gestión responsable de la cadena de suministro que están disponibles actualmente se centran en los minerales de conflicto, existen también riesgos importantes en varios otros sectores económicos. Pensemos por ejemplo en las cadenas de suministro de prendas de vestir en regiones afectadas por conflictos o que se están recuperando de ellos, como Sri Lanka después de tres décadas de guerra, o en industrias que para el suministro de productos agrícolas dependen en gran medida de países en conflicto. La Guía práctica sobre abastecimiento responsable en agricultura y silvicultura publicada por la organización sin fines de lucro Proforest, es una herramienta útil y de libre acceso sobre este tema. Ayuda a tu empresa a identificar, prevenir y gestionar riesgos relacionados con conflictos de tierras, desplazamiento forzado y otros desafíos a los que se enfrentan los pequeños agricultores y las poblaciones rurales en entornos de guerra.

3. Crea trabajos locales

Según la OCHA, aproximadamente 2 mil millones de personas viven en países que experimentan situaciones de fragilidad y violencia armada. Estas poblaciones ven afectados sus medios de vida y se enfrentan a una gran escasez de empleos decentes. Si no se atiende esta situación, esto puede conducir a un aumento de la pobreza y la desigualdad, a disturbios sociales o incluso a la reactivación o perpetuación de los conflictos armados.

Crear oportunidades de trabajo para la población local en regiones afectadas por conflictos es una contribución importante que tu empresa puede hacer a la reconstrucción socioeconómica. Según la Recomendación sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia adoptada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2017, los empleos decentes y libremente elegidos son vitales para promover la paz y prevenir situaciones de crisis derivadas de conflictos y desastres. Ayudan a las personas a recuperarse de los impactos de los conflictos y a desarrollar resiliencia frente a las disrupciones presentes y futuras.

Si tu empresa crea empleos que respetan la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y paga salarios adecuados ajustados a los estándares de vida locales, ayuda a revertir la tendencia de desempleo, subempleo, informalidad laboral y condiciones de trabajo precarias.

Las pasantías y las capacitaciones en el lugar de trabajo son maneras efectivas de mejorar las habilidades y competencias de los solicitantes de empleo y los trabajadores, y contribuyen al fortalecimiento del capital humano local. Experiencias en todo el mundo citadas por Justino (2011) demuestran que el capital humano es un factor clave para el desarrollo socioeconómico sostenible, especialmente en contextos que se recuperan de un conflicto.

Según el Instituto de Economía y Paz (2018), las investigaciones también revelan que la mejora del capital humano tiene un impacto positivo más duradero en la productividad laboral que las mejoras en el capital físico.

Siempre que sea posible, tu empresa debe tratar de incorporar a los solicitantes de empleo pertenecientes a grupos vulnerables, como excombatientes, personas con discapacidades causadas por accidentes de guerra y minorías étnicas, dependiendo del contexto local específico en el que esté operando. Excluir ciertos grupos de población puede alimentar malestares sobre la exclusión socioeconómica y profundizar divisiones existentes, que en última instancia pueden conducir a un resurgimiento de la violencia.

También hay cada vez más pruebas de que promover el empoderamiento económico de las mujeres y su inclusión en el lugar de trabajo es clave para construir una economía saludable después del conflicto y promover el desarrollo a largo plazo.

Sigue leyendo en nuestra publicación del blog Invertir en mujeres por la paz.

4. Promueve el desarrollo de empresas locales

Fortalecer empresas locales e invertir en start-ups locales en el área de operación de tu empresa es una forma potente de estimular la diversidad económica, proporcionar ingresos a los pequeños productores y sus familias, y mejorar los niveles de prosperidad en regiones afectadas por conflictos. Comprar localmente y promover el desarrollo de capacidades y el potencial de innovación de las pequeñas empresas también beneficia la calidad de los productos y de los procesos de producción en la cadena de suministro de tu compañía.

Las evidencias demuestran la importancia de invertir en negocios locales en contextos afectados por la guerra o en fase de reconstrucción postconflicto como una estrategia para reducir el riesgo de un retorno a la violencia. International Alert (2006) ha documentado las mejores prácticas de las empresas locales y otras organizaciones del sector privado comprometidas con la construcción de la paz local en todo el mundo. Esta serie de publicaciones es una fuente de inspiración si tu compañía decide apoyar a las empresas locales, con múltiples ejemplos de cómo el sector privado en países afectados por la guerra puede impulsar transformaciones hacia la paz, la reintegración de los excombatientes y la reconciliación entre grupos divididos durante la guerra.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son las principales fuentes de crecimiento del empleo en todo el mundo, y son generadoras importantes de ingresos y estabilidad en regiones que se recuperan de la guerra. Pero al mismo tiempo, las pymes son especialmente vulnerables a desafíos tales como las habilidades empresariales limitadas, la falta de acceso a la financiación y la capacidad insuficiente para la innovación. El acceso a los mercados regionales, nacionales e internacionales muchas veces es extremadamente difícil en áreas donde la violencia armada ha dañado las carreteras y los centros de distribución, la informalidad prospera y las redes de compradores y distribuidores son prácticamente inexistentes.

Ayudar a pequeños productores agrícolas, a empresas de mujeres y otras iniciativas de emprendimiento locales a abordar estos desafíos, preferiblemente en alianzas estratégicas con socios privados y entidades públicas, es una excelente manera para tu compañía de contribuir a que empresas locales construyan la paz en lo local.

5. Incluye los derechos humanos en los procesos de gestión de riesgos

Operar en áreas que sufren guerra y violencia armada aumenta enormemente el riesgo de incidentes de derechos humanos. Estos riesgos pueden afectar a trabajadores y directores de tu empresa, por ejemplo, si son víctima de extorsiones, secuestros o incluso de daños físicos a manos de grupos armados ilegales. De esta manera ven vulnerados su derecho a la vida, la seguridad y la libertad de movimiento. Al mismo tiempo, en los contextos afectados por conflictos existe el riesgo de que tu empresa se vea involucrada en incidentes de derechos humanos que impactan a poblaciones locales y personas específicas, como líderes sindicales o activistas ambientales. Estos incidentes pueden ser causados directa e indirectamente por las actividades de la compañía o las de los proveedores y socios comerciales.

Entre los riesgos más comunes están ser cómplices directos o indirectos en el desplazamiento de poblaciones locales en medio de la violencia o en las amenazas e intimidaciones de los grupos armados, no respetar los derechos legítimos a la tierra de las comunidades locales que dependen de ella para su sustento, e incidentes de derechos humanos causados por fuerzas de seguridad contratadas para proteger los activos de la empresa. El Foro empresarial de dilemas de derechos Humanos del Pacto Global de las Naciones Unidas y Verisk Maplecroft, incluye una amplia gama de posibles incidentes, y acciones que tu compañía puede realizar para prevenir y gestionarlos.

La implementación de los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos de Naciones Unidas (2011) es un primer paso esencial para gestionar los riesgos de derechos humanos en contextos de conflicto y postconflicto. Esta norma voluntaria, respaldada por gobiernos y empresas de todo el mundo, hace énfasis en la importancia de una mayor debida diligencia en derechos humanos al operar en zonas de violencia armada. La debida diligencia en derechos humanos incluye la identificación, prevención y mitigación de los impactos adversos que puede generar tu empresa sobre estos derechos, así como informar sobre cómo gestiona los riesgos e impactos no deseados. Lee más sobre los Principios Rectores de la ONU en la publicación de nuestro blog 7 Maneras en que respetar los derechos humanos agrega valor a tu empresa.

Tu compañía también debe evitar ser cómplice de incidentes de derechos humanos cometidos por otros y asegurarse de que sus acciones no exacerben situaciones de violencia existentes. Esto incluye tomar decisiones informadas sobre el inicio o la continuación de las operaciones en entornos de alto riesgo donde se corre el riesgo de verse involucrados en abusos de derechos por parte del gobierno anfitrión. El Instituto Danés de Derechos Humanos proporciona una guía útil que puede ayudar a tomar decisiones informadas en estos contextos.

6. Reduce los riesgos del cambio climático en las operaciones y la cadena de suministro

El uso y el acceso a los recursos naturales ha causado, desencadenado e intensificado conflictos armados en muchas regiones. El cambio climático agrava el riesgo de disputas y violencia que involucran o afectan negativamente a las empresas. Por lo tanto, si tu compañía toma medidas para prevenir y mitigar los impactos del cambio climático y gestiona de manera responsable su uso de los recursos naturales, especialmente en entornos operativos de alto riesgo, esto ayudará a reducir el riesgo de violencia.

De los conflictos registrados por el Conflict Barometer 2018, 64 crisis y guerras violentas involucraron recursos como la extracción de petróleo y carbón, el acceso al agua, el uso de tierra y el comercio de alimentos. Estas mismas cuestiones fueron la raíz de otras 29 disputas y conflictos no violentos. A menudo, las empresas están directa o indirectamente implicadas.

En estos escenarios, las empresas son víctimas de ataques a instalaciones, bloqueos, amenazas y lesiones resultado de reclamaciones por daños ambientales, o bien cómplices de incidentes violentos, como ataques contra civiles que defienden sus derechos ambientales, perpetrados por las autoridades o las fuerzas de seguridad privadas contratadas para proteger la compañía. El Atlas de Justicia Ambiental documenta los casos de cientos de empresas con operaciones internacionales que están involucradas en conflictos sociales, a menudo de larga duración, en torno a problemáticas ambientales. Muchos sectores se ven afectados, incluidos los extractivos, el nuclear, la gestión de residuos, la infraestructura y el turismo.

Según un estudio de la Universidad de Stanford (2019) se prevé que el riesgo de conflicto armado aumente sustancialmente como resultado del cambio climático. En un escenario con un aumento de 4 grados Celsius (aproximadamente el camino en el que estamos si las sociedades no reducen sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero), la influencia del clima en la seguridad global se multiplicaría por más de cinco veces, lo que daría un 26% de posibilidad de un mayor riesgo de conflicto, de acuerdo con el estudio.

Si tu empresa opera en entornos donde los riesgos ambientales y los conflictos se juntan, tiene muchas oportunidades para evitar que se produzcan daños. Easterday e Ivanhoe (2017) recalcan el poder que tienen las corporaciones y las inversiones privadas de garantizar el desarrollo sostenible y, al hacerlo, contribuir a una paz más duradera en contextos de postconflicto. Si se gestionan bien, los recursos naturales pueden generar ingresos para el gobierno, que pueden invertirse en políticas para la transición posterior al conflicto. Una gestión responsable de los recursos naturales y el medio ambiente puede proporcionar los componentes básicos para el desarrollo de medios de vida sostenibles entre comunidades afectadas por el conflicto. Además, ayuda a crear empleo y estabilidad de ingresos, que también son factores críticos para el retorno y la integración de los refugiados y las personas desplazadas por la guerra.

7. Genera confianza a través del diálogo continuo con comunidades

El conflicto socava la confianza en los negocios. A la vez, hacer negocios es más complicado en entornos con bajos niveles de confianza. Crear un diálogo continuo y transparente con las comunidades vecinas y otros actores relevantes de la sociedad civil, como las organizaciones promotoras de derechos humanos, allana el camino para mejorar las relaciones y la colaboración.

La confianza es un elemento fundamental del capital social, que a menudo es vinculada a altos niveles de cohesión social dentro de las comunidades y sociedades, lo que mejora su capacidad para resistir conflictos y crisis (ver, por ejemplo, OECD Insights). Juntos, la confianza y el capital social se consideran las bases fundamentales para el desarrollo económico sostenible, la paz y la creación de entornos empresariales propicios.

El proveedor de datos y análisis Our world in data (‘Nuestro mundo en datos’), nos muestra claramente que hay niveles más altos de confianza en países con un PIB más alto, y que los países con mayor desigualdad de ingresos también tienden a reportar niveles más bajos de confianza. Además, los países donde las personas tienen más probabilidades de reportar que confían en otros, son países donde hay menos violencia y más estabilidad política.

En regiones desgarradas por conflictos, varias dinámicas contribuyen al bajo nivel de confianza en las empresas. Por ejemplo, las poblaciones locales pueden percibir que compañías que operan en sus proximidades están involucradas en tratos corruptos con las autoridades locales, son cómplices de atrocidades cometidas por grupos armados ilegales y apoyan regímenes represivos.

Es por eso que dedicar tiempo y recursos a la gestión cuidadosa de las relaciones con las comunidades vecinas es clave para asegurar la licencia social para operar de tu empresa. Este diálogo ayuda a prevenir disputas y conflictos sociales entre tu organización y las poblaciones locales. Según la ONU y la UE (2012), es mucho menos probable que las tensiones se conviertan en violencia e incluso en conflictos armados si los afectados participan en los procesos de toma de decisiones con empresas locales.

Invertir en un diálogo continuo con los vecinos también puede reducir los costos de manera significativa. Según un Estudio de la Universidad de Queensland y Harvard Kennedy School , los conflictos entre empresas y comunidades pueden generar costos de 20 millones de dólares por semana para proyectos de la industria extractiva valorados entre 3 y 5 mil millones. Los mayores costos de los conflictos entre empresas y comunidad son los costos de oportunidad del valor perdido de proyectos futuros, planes de expansión o ventas perdidas. Lo que las empresas pasan por alto con mayor frecuencia son los costos indirectos que resultan del tiempo del personal que se tiene que dedicar a la gestión de los conflictos.

Convertir los riesgos de conflicto en beneficios para los negocios y la sociedad: tus próximos pasos

En este blog hemos descrito 7 acciones que tu empresa puede tomar para evitar conflictos y promover la paz de manera que también beneficien a los negocios. ¿Quieres saber más sobre las oportunidades para la construcción de la paz a través de las actividades de negocio y sociales, la gestión de las relaciones con grupos de interés y otras acciones? Descúbrelo en nuestra publicación xxx.

Fuentes

Conflicto & Paz
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